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Hábitats de Arcera: donde el bosque se regenera solo

La primera impresión que se lleva el visitante observador al llegar a Arcera, es que toda ella es naturaleza, o más bien natural, y no le falta razón.

Sin embargo, no es uniforme,  y aunque predominan los bosques, posee una gran variedad de paisajes y hábitats, que llevan consigo a su vez una gran BIODIVERSIDAD, tanto botánica como faunística.

Se podrían clasificar a grandes rasgos, en los siguientes, identificados cada uno con el lugar del pueblo en el que son más significativos:

REBOLLAR (Quercus pyrenica). LA MATA ENCIMERA

Robledal de rebollas o  Matorru

Es el tipo de bosque más extenso de Arcera, son las conocidas normalmente como Matas o Rebollares: La Mata, La Mata encimera, El Rebollar

La Mata encimera es un ejemplo de bosque de rebollos en fase de regeneración natural; es el roble más abundante, aunque no existen árboles de gran porte a causa de las repetidas quemas y de las cortas para leña.

El rebollo o rebolla, no suele sobrepasar los 25m. Sus hojas tienen lóbulos profundos y tacto afieltrado por los pelos que las cubren; su bellota en el extremo tiene un corto pedúnculo. A veces forma masas impenetrables, amatorraladas, debido a su capacidad de emitir brotes de raíz o chirpiales. Entre el sotobosque claro crecen los ráspanos y las mayetas. Lee el resto de esta entrada

De excursión al roble de Tres pies de Arcera

Ida y vuelta 1h. 30´, tranquis tranquis

Todos los públicos, cualquier época del año

Botas de monte y un piscolabis.

Video en Youtube 2´40´´

Si iniciamos el sendero desde el Barrio de Arriba, bajamos por la carretera en dirección al Barrio de Abajo, pasada La Fuentuca, cogemos el camino de Trasdecampo a la izquierda. Si lo hacemos desde el Barrio de Abajo podemos tomar el camino de La Casa de los Pastores a Trasdecampo, o subir directamente por la Pista de los pinos. Una vez en ella y pasado Trasdecampo, enseguida encontramos un camino a mano derecha que baja en dirección al río y cuya continuación antaño era el camino tradicional de Arcera a La Aldea.

Bajamos rodeados de rebollas (Quercus pirenaica), hasta que se cruza con un pendiente cortafuegos, que protege la plantación de pino silvestre. Aquí da igual seguir adelante o tomar el cortafuegos hacia abajo, ambos van a dar al mismo sitio. Al poco se abre ante nuestros ojos una bonita panorámica del río Ebro entre La Aldea y Aroco,  tramo que puede presumir de ser de los pocos, en los que no existe ninguna carretera en sus orillas, por lo que posee un valor natural considerable. Desde aquí podemos observar además Loma Somera y los numerosos ejemplares añosos de roble albar (Quercus petraea), que se extienden por ambas laderas del Ebro.

Tras esta pausa, seguimos la pista y abandonamos el cortafuegos, que nos llevaría con mucha pendiente hasta el río. Paseamos rodeados de pinos silvestres, pero  pronto el rebollar vuelve a ocupar su lugar. Allí podemos observar según la época del año la variada flora del bosque caducifolio: pulmonarias, heléboros, bragas de cucu (Primula veris), o los restos dejados por los animales silvestres, trepadores, picapinos, jabalíes, corzos, tasugos.

Entretenidos llegamos hasta donde termina la pista y donde existe, a mano izquierda, un laguito natural, refugio de ranas y tritones, que en verano se seca. Allí entre robles más o menos viejos, nos adentramos un poco en el bosque, hasta que nos topamos con el impresionante Roble de Tres Pies.

 

 

ROBLE-3-PIES-WEB ROBLE DE TRES PIES

 Roble albar (Quercus petraea)

 5 metros de perímetro a 1m ;

 Altura 13 metros;

 Diámetro de copa de 12 a 13 m;

 Sombra 150 metros cuadrados

 Edad aproximada 250 años.

 (más información en el nº 3,  verano 1999 de la revista“Arcera y sus vecinos”)

 La vuelta tan sólo consiste en desandar el camino sólo que ahora cuesta arriba, pero merece la pena este paseo en cualquier época del año. Si os parece poco, podéis proseguir el camino donde termina la pista hacia La Aldea, aunque en algunos puntos se ha perdido.

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